domingo, 4 de noviembre de 2018

Hojas en destierro

Foto: César Corredera

Sudor, humedad,
escalofríos, temblores.
¡Es como la fiebre!
Crujiente vereda,
niebla ante los ojos,
soplo en las mejillas.
Calor repentino,
luz cegadora,
cristales esparcidos.
Árbol venoso,
desnudo rugoso.
Incómoda ropa
y hombros encogidos.
Hojas en destierro,
vertiginoso remolino.
Meandro estacional
y nervioso río.
Engañosos colores
de candentes tonos.
El gris blanquecino
es meta del camino.

César Corredera

martes, 25 de septiembre de 2018

¡Adiós Tito!

Foto: C. Corredera


Ha comenzado a amanecer con niebla, las hojas cubren el suelo de las avenidas y los parques. 
Los días llaman al frio.
En Zug no deja de edificarse y crecer; montón de calles en obras. Como en todos los sitios, sigue saliendo el sol y habiendo noches con estrellas, pero por más que siga contándote lo rutinario que tu conociste, es igual, no llegará a tus oídos. ¡Ya no estás, y nada ni nadie es o existe!
A los que te conocimos, sabemos que esta ciudad te echa de menos, la Landis+Gyr y toda la colonia española.
Todo se fue contigo. Los goles de tu equipo favorito, la música de Led Zeppelin, las bromas en el bar...
En tu sepelio se dijo "que nun solu eran santus us que istaban in a iglesia, que Tito había siu sempris bo pesoa y muy sulidariu cun us nicisitaus".

¡Adiós Tito!
¡Te recordaré con admiración siempre!
César.

Se que esta canción te gustaba, que fuiste a ver a Led Zeppelin y aunque la letra no tenga que ver, espero que tu estés ahora utilizando la escalera al cielo .
"Stairway to Heaven"
                                                                                           
Stairway to Heaven (Live at The Kennedy Center Honors) from Lewmork on Vimeo.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

¡A una estrella, a su dignidad, a Antonio!



Muchas veces pensando en nosotros mismos sobre el éxito, popularidad, felicidad o nivel de vida alcanzado, para hacernos una idea de en qué posición nos encontramos; acabamos comparándonos con nuestros conocidos más cercanos o con los famosillos de la prensa rosa, amarilla o económica.
Después de todo lo que nosotros realicemos, como por ejemplo la compra del mejor coche del mercado, de las mejores prendas de vestir, el súper Smartphone, sí, nos dará autoestima.
¿Pero nuestra magnitud lumínica en el cielo oscuro del ego, puede ser percibida con la misma intensidad de quienes nos comparan, para ellos mismos valorarse?
Hay estrellas, que no valoramos porque estamos ensimismados o cegados con el brillo artificial de quienes nos jalean o adulan.
Hay estrellas “de poca magnitud,“ cercanas a nosotros de cuyo brillo o espectro nos alumbramos, dejándonos guiar por su parpadeo y vibraciones.
Quiero llamar la atención sobre esa estrella que a muchas generaciones de jóvenes nos alegró la pena o la alegría de lo que suponía entrar en quintas. Llenó de música noches y días enteros de ronda, siempre con su acordeón colgado de los hombros, nunca tuvo una mueca de desagrado y siempre sin fatiga aparente.
Mis miradas de admiración a ese hombre, Antonio, alias el acordeonista, esa estrella tímida del cielo de Valverde del Fresno que ha iluminado muchas noches del frío enero.
Errante por las calles de mi querido pueblo siempre en el anonimato, fuerza que rumia penas y da alegría.
Antonio quizás ha elegido seguir la anónima senda del olvido. Pero yo quiero darle las gracias, porque con su mejor hacer y sacrificio también alegró una de mis noches de ronda.

César Corredera.
                                                                                                                                      



¡Gracias a Antonio Corredera por la corrección del texto,
a Gustavo Corredera y a la quinta de 1965 por la foto!



lunes, 18 de junio de 2018

Oración o canción


Oración  o canción?
Es un sentimiento personal:
Creo que las canciones nos encienden los ánimos y con ello abrimos nuestros corazones dejando salir el miedo, pasar la luz y el aire fresco.
Las oraciones, apelando al todo poderoso, nos dejan donde estamos, esperando que el divino se encargue del resto, nos quite la responsabilidad y seguro que él lo hará mejor.
Es triste que el salvar vidas se haya convertido en un mal para nuestra sociedad y sintamos que nos repercutirá en nuestra piel o descendencia. Con ello vamos cerrando las puertas y haciendo nuestras vidas  “más seguras, tranquilas y donde el sufrimiento de los demás sea una película que no nos atañe“.
Este jueves, cantaré en Zürich junto a  Lorenzo Jovanotti para deshacerme de perjuicios y con esta entonación espantar el miedo y dar una mano a la felicidad de la gente que nos necesita.




Me acuerdo del rumor del viento,
que movía el plástico de mi chubasquero.
La suciedad de aceite y la porquería del suelo debajo.
Recuerdo, pensaba:
esto acaba, proto habrá terminado,
después será solo un relato,
una historia para narrar en las noches.
Recuerdo el estómago a pedazos y el cabello salado,
los gritos feroces, los empujes,
la mirada aterrorizada.
Recuerdo la lengua incendiada,
la cartera mojada.
Recuerdo el desierto por la noche,
el absurdo espectáculo de un cielo silencioso (mudo),
y alguien que era hermano
arrancado de la vida e incluso un saludo.
Recuerdo cuando el futuro ha pasado.
No se puede vivir en un mundo sin el cielo.
No se puede vivir en un mundo cerrado.
No se puede vivir en un mundo sin el cielo.
No se puede vivir en un mundo cerrado.
Los escaparates de Zara y Foot Locker,
aún más brillante y lleno de cosas.
Y kebabs y el hotel de extralujo y McDonald's.
Y los anfibios y soldados limpios con la ametralladora.
Los faros en la noche y el mar cuesta arriba,
el mar cuesta arriba, el mar cuesta arriba.
Y las manchas de vómito multicolor,
el rostro de los que están en contra.
Y las máquinas alineadas, esa trampa de bomba.
Siento la sospecha
que como un espejo reflejado
la noche me enciende, me giro en la cama.
Las chapas que rodean los cajeros automáticos,
con esa voz electrónica para obtener instrucciones
que nunca dicen nada sobre mis padres.
Recuerdo el reflejo del Sahara
dentro de un parachoques cromado,
después en largo las sirenas locas.
Y una hoja dorada que parecía un DJ desde la distancia,
si no hubiera sido por esa expresión
de los campeones derrotados en la final
en un torneo de locura general .
Inmerso en la nube
de la vida y la muerte de las personas.
Dentro la propia suerte.
Afirmativo y único incluso en el marasme
Existo, estoy aquí, no soy un fantasma
No puedes vivir en un mundo sin el cielo
No puedes vivir en un mundo cerrado
No puedes vivir en un mundo sin el cielo
No puedes vivir en un mundo cerrado
Afirmativo afirmativo Aquí hay uno vivo
Afirmativo afirmativo Aquí hay uno vivo
Afirmativo afirmativo Aquí hay uno vivo
Afirmativo afirmativo
Quiero que las calles se iluminen para mí.
Todas las calles se iluminaron para mí,
que viví dos vidas.
Mañana tendré dieciocho.
Todas las calles se iluminaron para mí.
Quiero que las calles se iluminen para mí.
Todas las calles se iluminaron para mí.
Que viví dos vidas.
Mañana tendré dieciocho.
Quiero que las calles se iluminen para mí.
No puedes vivir en un mundo sin el cielo.
No puedes vivir en un mundo cerrado.
No puedes vivir en un mundo sin el cielo.
No puedes vivir en un mundo cerrado.
Afirmativo afirmativo Aquí hay uno vivo
Afirmativo ………
Afirmativo afirmativo Afirmativo y único
Aunque en el marasme.
Existo, estoy aquí, no soy un fantasma.